* de Luis de Góngora
** de Niels Bohr
foto: Samuel Beckett contempla perro y gato, tomado de Entre Gulistán y Bostan

viernes, 30 de julio de 2010

andamos como andan las cigüeñas-a Jacques BREL




Ils n'ont plus rien à se maudire
Ils se perforent en silence
La haine est devenue leur science
Les cris sont devenus leurs rires
L'amour est mort, l'amour est vide
Il a rejoint les goélands
La grande maison est livide
Les portes claquent à tout moment

Ils ont oublié qu'il y a peu
Strasbourg traversé en riant
Leur avait semblé bien moins grand
Qu'une grande place de banlieue
Ils ont oublié les sourires
Qu'ils déposaient tout autour d'eux
Quand je te parlais d'amoureux
C'est ceux-là que j'aimais décrire

Vers midi s'ouvrent les soirées
Qu'ébrèchent quelques sonneries
C'est toujours la même bergerie
Mais les brebis sont enragées
Il rêve à d'anciennes maîtresses
Elle s'invente son prochain amant
Ils ne voient plus dans leurs enfants
Que les défauts que l'autre y laisse

Ils ont oublié le beau temps
Où le petit jour souriait
Quand il lui récitait Hamlet
Nu comme un ver et en allemand
Ils ont oublié qu'ils vivaient
A deux, ils brûlaient mille vies
Quand je disais belle folie
C'est de ces deux que je parlais

Le piano n'est plus qu'un meuble
La cuisine pleure quelques sandwichs
Et eux ressemblent à deux derviches
Qui toupient dans le même immeuble
Elle a oublié qu'elle chantait
Il a oublié qu'elle chantait
Ils assassinent leurs nuitées
En lisant des livres fermés

Ils ont oublié qu'autrefois
Ils naviguaient de fête en fête
Quitte à s'inventer à tue-tête
Des fêtes qui n'existaient pas
Ils ont oublié les vertus
De la famine et de la bise
Quand ils dormaient dans deux valises
Et, mais nous, ma belle
Comment vas-tu?
Comment vas-tu?

letra y música de Jacques BREL

sábado, 24 de julio de 2010

A lo lejos un pájaro-Samuel BECKETT

Tierra cubierta de ruinas, ha caminado toda la noche, yo renuncié, rozando los setos, entre calzada y cuneta, sobre la hierba seca, pasitos lentos, toda la noche sin ruido, detenièndose a menudo, más o menos cada diez pasos, pasitos desconfiados, volviendo a tomar aliento, escuchando luego, tierra cubierta de ruinas, yo renuncié antes de nacer, no es posible de otro modo, pero era preciso que eso naciese, fue él, yo estaba dentro, se ha detenido, es la centésima vez esta noche, más o menos, eso indica el espacio recorrido, es es él quien ha gritado, él quien ha salido a la luz, las dos manos, una sobre la otra, descargan su peso en el bastón, la frente en las manos, ha vuelto a tomar aliento, puede escuchar, tronco horizontal, piernas separadas, dobladas las rodillas, mismo abrigo viejo, los faldones envarados se levantan por atrás, despunta el día, no tendría más que levantar los ojos, que abririlos, que levantarlos, se confunde con el seto, a lo lejos un pájaro, lo justo para sorprender y se larga, es él quien ha vivido, yo no he vivido, malvivido, por mi culpa, es imposible que yo posea una conciencia y tengo una, otro me comprende, nos comprende, está ahí, ha terminado por llegar hasta ahí, le imagino, ahí comprendiéndonos, las dos manos y la cabeza hacen un montoncito, las horas pasan, él no se mueve, me busca una voz, es imposible que yo tenga voz y no la tengo, va a encontrarme una, me irá mal, ella arreglará las cuentas, sus cuentas, pero nada más sobre él, esta imagen, el montoncito de las manos con la cabeza, el tronco horizontal, los codos por ambas partes, los ojos cerrados y el rostro paralizado a la escucha, los ojos que no se ven y todo el rostro que no se ve, le tiempo n cambia nada, esta imagen y nada más, tierra cubierta de ruinas, la noche se retira, se ha largado, yo estoy dentro, va a matarse, por mi culpa, voy a vivir eso, voy a vivir su muerte, el final de su vida y después su muerte, poco a poco, en presente, cómo va a arreglárselas, es imposible que yo lo sepa, lo sabré, poco apoco, él es quien morirá, yo no moriré, no quedará de él más que los huesos, yo estaré dentro, no quedará de él más que arena, yo estaré dentro, no es posible de otro modo, tierra cubierta de ruinas, ha atravesado el seto, ya no se detiene, nunca dirá yo, por mi culpa, no hablará con nadie, nadie le hablará, no hablará solo, no queda nada en su cabeza, yo pondré en ella lo que se necesitan para acabar, para no decir más yo, para no abrir ya la boca confundidos recuerdos y pesares, confusión de seres queridos y juventud imposible, inclinado hacia delante y sosteniendo el bastón por el medio avanza tropezando a campo traviesa, una vida mía, lo intenté, ha sido un fracaso, nunca más que suya, mala, por mi culpa, él decía que no había sólo una, pero sí, sólo hay una todavía, la misma, pondré rostros en su cabeza, nombres, lugares, lo tramaré todo, con qué terminar, sombras para huir, últimas sombras, para huir y para perseguir, confundirá a su madre con unas grullas, a su padre con un peón caminero llamado Balfe, le pegaré un viejo chucho enfermo para que ame todavía, se pierda todavía, tierra cubierta de ruinas, pequeños pasos enloquecidos.

Años sesenta-
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Trad.Jenaro Taléns-Relatos de Samuel BECKETT-edit.Tusquets-Fábula